La resiliencia es una capacidad humana para hacer frente a
las adversidades, superarlas y transformarlas en oportunidades (Grotberg,
1999). Este concepto cuenta con dos componentes importantes: la capacidad de
proteger la propia integridad bajo presión y la construcción de conductas
positivas para responder proactivamente en situaciones límites y salir
fortalecido, incluso transformado (Vaninstendael, 1995).
La resiliencia es un enfoque útil para trabajar la situación
de desempleo, pues permite enfrentar la pérdida de empleo como un proceso de
crecimiento y de cambio, de nuevos espacios para establecer relaciones sociales
y de reconstrucción interior hacia nuevos horizontes de aprendizaje (Rutter,
1993).
La resiliencia puede incentivar actitudes, comportamientos
positivos y proactivos que favorezcan la actuación de las personas hacia una
búsqueda o creación de empleo.
La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga,
sino que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier
persona puede aprender y desarrollar.
Características de las personas resilientes
Las personas resilientes poseen tres características
principales: saben aceptar la realidad tal y como es; tienen una profunda
creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una inquebrantable capacidad
para mejorar.
Además, presentan las siguientes habilidades:
- Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro.
- Son capaces de gestionar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden permanecer centrados en situaciones de crisis.
- Saben gestionar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión.
- Tienen un optimismo realista. Es decir, piensan que las cosas pueden ir bien, tienen una visión positiva del futuro y piensan que pueden controlar el curso de sus vidas, pero sin dejarse llevar por la irrealidad o las fantasías.
- Se consideran competentes y confían en sus propias capacidades.
- Son personas empáticas. Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los demás y conectar con ellas.
- Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito y satisfacción en sus vidas.
El modo de pensar de las personas resilientes
El estilo de pensamiento de las personas resilientes se
caracteriza por ser realista, exacto y flexible.
Los beneficios de la resiliencia
Las personas más resilientes:
- Tienen una mejor autoimagen.
- Se critican menos a sí mismas.
- Son más optimistas.
- Afrontan los retos.
- Son más sanas físicamente.
- Tienen más éxito en el trabajo o estudios.
- Están más satisfechas con sus relaciones.
- Están menos predispuestas a la depresión.
Aprendiendo a ser resiliente:
5 hábitos que podemos introducir en nuestro día a día:
E. Sánchez
Orientadora Laboral de Barcelona
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