Estoy segura que encontraréis multitud de artículos
en la red que tratan sobre estos tres conceptos: Marca Personal, Identidad
Digital y Reputación. ¿pero cómo se aplica esto a nuestro día a día?
Antes que nada, es imprescindible identificar las
diferencias que radican en estos tres conceptos:
Desde mi punto de vista, la Marca Personal es el resultado de acciones que derivan de
considerarse a uno mismo como una marca, es decir como un elemento único y
diferenciado formado por una serie de valores, experiencias, competencias,
logros ... que conforman la persona y la convierten en un ser único.
Como concepto íntimamente relacionado aparece la Reputación, considerándola como la opinión
que otras personas tienen sobre uno mismo: en base a lo que hace y dice, a
lo que otros perciben e interpretan, a como lo transmiten a terceros, etc. Obviamente,
la Reputación está muy influenciada por la Marca Personal.
Y por si fuera poco, todavía queda un concepto más a
considerar y diferenciar: el de Identidad
Digital. Cuando hablamos de esta identidad nos referimos al “DNI” de una
persona en el espacio digital, formado por todas aquellas informaciones que
hablan de uno mismo: lo que uno dice y lo que dicen las otras personas. Como es
natural, esta identidad digital influencia nuestra Reputación.
Como podéis observar son tres conceptos
diferenciados pero íntimamente relacionados, que debemos gestionar, cuidar y
controlar, en la medida de lo posible. En el presente artículo nos centraremos
en el concepto de Identidad digital, dejando los otros dos para próximos posts.
¿Qué podemos hacer para controlar nuestra identidad digital?
La red es infinita y cada día aparecen nuevas
informaciones que la hacen crecer sin parar. Cualquier información que aparezca en el medio digital y que esté
vinculada con nuestro nombre, apellidos o apodo, alimenta nuestra identidad digital, por ello es importante que
controlemos todos los imputs existentes y si es necesario, actuemos al
respecto.
Desde mi punto de vista, el primer paso es buscar nuestro nombre en Google –googlearnos o practicar egosurfing-. Este simple ejercicio, es
el mismo que hace cualquier profesional o empresa cuando lee nuestro currículum
y quiere tener más información sobre nosotros. ¡Es imprescindible que sepamos
cuál es la información que les aparece!
Podemos hacer diferentes búsquedas: “nombre y apellido”, “nombre y apellidos”, “apellidos” y sobretodo “nombre y apellidos entre comillas”
(indicando al buscador que queremos buscar esa expresión literal).
Una vez aparecidos los resultados debemos analizar (en los diferentes formatos
–webs, fotografías, vídeos, etc.-) qué informaciones aparecen y cómo estas pueden beneficiar o perjudicar
a nuestra reputación y carrera profesional:
¿Qué información nos
beneficia?
|
¿Qué información nos
perjudica?
|
·
Perfiles en redes
sociales en los que al entrar se observa una definición profesional y una
actividad frecuente.
·
Webs o blogs
profesionales actualizados en los que se observa contenido relacionado con el
objetivo profesional.
·
Coherencia entre la
información que aparece en los diversos perfiles sociales, webs o blogs.
·
Fotografías
profesionales o personales coherentes con la imagen profesional que
transmitimos en el CV.
·
Recomendaciones,
menciones o comentarios positivos procedentes de otros profesionales.
·
Proyectos, trabajos
o evidencias (en formato presentación, documento, vídeo, imágenes, etc.)
vinculadas con la trayectoria profesional.
|
·
Perfiles en redes
sociales en los que al entrar se observa un perfil desactualizado, oculto o
con información íntima.
·
Webs o blogs
profesionales desactualizados o en desuso.
·
Informaciones
contradictorias entre diferentes perfiles sociales, webs o blogs.
·
Fotografías
personales o íntimas que actúan en contra de la imagen profesional que
transmitimos.
·
Comentarios
negativos acerca de la propia persona o empresas en las que hemos trabajado o
hemos sido responsables.
·
Ningún resultado
relacionado con la búsqueda. ¡Atención! La no aparición también puede
perjudicar o restar oportunidades respecto otras personas candidatas a un
mismo puesto de empleo.
·
Informaciones
relacionadas con aspectos personales/íntimos procedentes de plataformas,
bases de datos u otras webs.
|
Analizada la información resultante de las
diferentes búsquedas, ¡debemos ponernos manos a la obra!
1. Periódicamente
debemos seguir controlando nuestra
identidad digital: podemos seguir haciendo la mismas búsquedas realizadas o
podemos aliarnos con una herramienta que nos avise en cuando aparezca nueva
información en la red relacionada con nuestro nombre. Las herramientas más
sencillas que yo uso para ello son: Google Alerts y Mention.
Ambas
nos ofrecen la posibilidad de configurar alertas, definiendo qué palabras clave
nos interesa buscar. Una vez configuradas, cada vez que en la red aparece un
contenido que tiene la/s palabra/s en cuestión, recibimos un correo de alerta.
2. Si la información
resultante en la búsqueda es positiva, ¡genial! Debemos seguir trabajando en
nuestra Marca Personal, manteniendo el control de la identidad y sobretodo
valorando cómo podemos mejorar nuestro perfil 2.0.
Si
por el contrario, la mayoría de la información resultante es negativa o puede
perjudicarnos, debemos estudiar cómo
podemos eliminar, desplazar o mejorar los contenidos inadecuados:
- Deberemos empezar con los Perfiles en redes sociales en los que al entrar se observa un perfil desactualizado, oculto o con información íntima. Por lo general, nuestros perfiles sociales deberían dar una imagen personal y profesional (nunca íntima), pudendo aportar información acerca de nuestra trayectoria.
- Muchas veces las webs o blogs profesionales desactualizados o en desuso, tienden a perjudicarnos, ya que ofrecemos una apariencia un tanto descuidada. Si en el pasado teníamos un blog o web que ya no podemos o queremos actualizar, lo que se recomienda es cerrarlo o informar en el propio site que está abierto para que las personas puedan consultar la información existente pero sin nueva aportación de contenido.
- Con las informaciones contradictorias entre diferentes perfiles sociales, webs o blogs; deberíamos unificar el contenido, aportando una visión coherente y única.
- Las fotografías/vídeos personales o íntimas que actúan en contra de la imagen profesional que transmitimos deberían ser eliminadas (ya sean de nuestros perfiles sociales o de terceros), pudiéndolas substituir por imágenes acorde con nuestro perfil profesional.
- Por lo que respecta a los comentarios negativos acerca de la propia persona o empresas en las que hemos trabajado o hemos sido responsables, muchas veces será difícil eliminarlos (como mucho podríamos conseguir que desaparezcan de la primer página de resultados de Google). En cualquier caso debemos saber que están presentes y visibles, preparando una explicación para cualquier posible pregunta que nos puedan hacer al respecto en una entrevista.
- Ningún resultado relacionado con la búsqueda. En este caso, la mejor manera es empezar a plantearnos cómo podemos trabajar nuestra Marca Personal o iniciar un “plan de marketing personal”.
¡Pero esto es solo el principio! En los próximos
artículos veremos qué podemos hacer con nuestra Reputación y sobretodo cómo
gestionar nuestra Marca Personal.
ARi Vigueras
Psicóloga y Psicopedagoga.
El Social Media, la formación de personas adultas y la orientación profesional son la base de mis proyectos.
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