En el primer artículo que publiqué quise compartir un
“modelo” que pienso puede servir de guía general, y puede ser muy útil
adaptándolo y trabajándolo de forma individual. Si recordáis, consistía en 4
pasos ordenados para alcanzar el objetivo:
1. Conócete. Mira en tu
interior. Analízate para saber quién eres y qué sabes y puedes hacer.
2. Prepárate. Refuerza tus
aptitudes y actitudes. Tus habilidades. Adquiere nuevas si es necesario.
3. Convéncete. Entrena todos los recursos
aprendidos y adquiridos para tomar fuerza y decisión. Para reforzar la
autoestima.
4. Comunícate. Ofrece, vende tus recursos, tus
habilidades. Todo tu potencial.
Te conoces, te has
preparado, estás convencido…, ahora será mejor que lo cuentes. Que comuniques
con actitud tus aptitudes. Planificadamente.
No pretendas abarcar todo de
golpe. Ve dibujando círculos-objetivo y céntrate en ellos. Primero el sector,
la ocupación que mejor dominas, con la
que mayor “relación” y/o vocación tienes. Tómate el tiempo necesario en
explorar y contactar con este primer círculo. Adapta tu C.V., tu presentación a
sus características y preséntate. Lo ideal, dentro de lo posible, es contactar
presencialmente. Intenta llegar a la persona responsable de las contrataciones
de personal. Lleva contigo tu curriculum y cuéntale eso que has preparado. Con
convicción, ilusión y naturalidad. Para eso te has entrenado.
Si no es posible la visita
directa, contacta por e-mail, por correo…; siempre con el formato adaptado a
ese puesto. Demostrando el conocimiento que tienes de la ocupación, de la
empresa y del sector, y solicitando una entrevista. Redacta (en el formato
elegido, ya sea videocurriculum o tradicional) y contacta de manera que les sea
muy complicado (o muy descortés) no enviarte una respuesta. Lleva una agenda
detallada. No “confíes en la memoria”.
Ve ampliando los
círculos-objetivo en función de los resultados, pero date un tiempo en cada
uno. Es mejor insistir agotando todas las posibilidades en un círculo que
saltar de uno a otro sin orden ni concierto.
Entretanto realizas esto
que ahora es tu “trabajo”, amplía tus círculos de relación. Haz nuevos
contactos. Asiste a actos y eventos. Entabla conversación, tanto presencial
como virtual. Intercambia ideas, opiniones y conocimientos. Si puedes colabora
con asociaciones y entidades de tu entorno. Comparte y ayuda en lo que puedas.
Ofrece lo mejor de ti. Hazte visible y sé coherente en tus acciones. La
coherencia es la antesala de la credibilidad que es la antesala de la confianza
que depositan en nosotros.
Naturalidad, humildad y
corazón. Tres palabras clave para la comunicación. Habla y actúa con
naturalidad, se humilde y respetuoso en lo que dices y haces…, y hazlo desde el
corazón. A todos nos gusta que “nos quieran”. Ser escuchados y aceptados.
Hemos construido un
método, de los muchos que hay y habrá, que servirá en función de la
organización, el interés y la constancia que pongamos. No existen recetas ni
fórmulas mágicas. Yo, al menos, no las conozco. Existe trabajo, trabajo y
trabajo. Y nuestro trabajo ahora consiste en buscar, encontrar y conseguir
empleo.
Y sí, también hace falta
un poco de suerte. Pero la suerte no llega por si sola. Hay que crear las
circunstancias para que llegue. Crea esas circunstancias, esas condiciones para
conseguir estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Difícilmente va a
venir alguien a buscarnos a casa si desconoce que existimos. El buen paño no se vende dentro del arca.
Hay que mostrarlo. Muéstrate, véndete. Pero muestra y vende lo que tú
comprarías para ti.
Así que ya sabes. Si tienes
algo que decir (y seguro que tienes mucho), será mejor que lo cuentes.
Te deseo mucho éxito en tu andadura.
P.D. Lo que os he contado
en estos post forma parte de las sesiones de acompañamiento que realizo. Estoy
a tu disposición. ¿Qué puedo hacer por ti?
Josemaría Fernández Ureña
Orientador laboral
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