Como vimos en el artículo anterior, la oferta de empleo es el inicio de un camino, el
inicio de una relación entre nosotros y la empresa
que está formada por distintas etapas. Pudimos ver tres aspectos a tener en
cuenta y acciones a desarrollar desde el momento que hallamos una oferta de
empleo interesante hasta que mandamos nuestra candidatura a la empresa:
1.
Identificar los datos de la empresa y de la ocupación ofertada.
2.
Tener claras las funciones (principales y secundarias) a realizar.
3.
Identificar qué competencias van a ser necesarias para desarrollar el
trabajo.
En el presente artículo
seguiremos viendo otros aspectos y acciones importantes a los que prestar
atención antes de presentarnos como candidatos a una oferta de empleo:
4.
Tener claros los requisitos
que marca la oferta.
Este tipo
de información siempre estará presente en prácticamente todas las ofertas que
analicemos. Es aquella parte en que la empresa marca aquellos elementos que
serán indispensables para ocupar el puesto de trabajo.
Analizar
este apartado nos ayudará a ver si cumplimos los requisitos fijados. Es muy
importante que aseguremos que nuestro perfil encaja con las demandas de la
empresa, de lo contrario, tendríamos que plantearnos que porcentaje de estos
requisitos cumplimos y cómo puede afectar este hecho a la valoración de nuestra
candidatura.
Si
cumplimos con el perfil demandado, es importante que en nuestro currículum le
demos visibilidad a estos elementos imprescindibles para la empresa.
En caso
contrario, debemos plantearnos si es adecuado postular para esta oferta aunque no
tengamos los requisitos (acción no muy recomendada) o bien utilizar otros
canales alternativos (mail directo, redes sociales o candidatura presencial)
para presentar nuestra candidatura mediante un canal que no sea tan fácilmente
excluyente como es un portal de ofertas online.
5.
“Investigar” la empresa a
través de los medios que tenemos disponibles.
Web,
redes sociales, foros de opinión, blogs, prensa, etc. Tenemos el mundo digital
a nuestras manos y debemos aprovecharlo para recopilar toda la información que
podamos sobre la empresa. Conocer a qué se dedican, cuál es su sector de
actividad, cuáles son sus productos y servicios, qué tipo de clientes tienen,
quién es su competencia, etc.
Toda esta
información nos ayuda a conectar con nuestro objetivo, adaptar el currículum y
la carta de presentación a la realidad de la empresa y sobretodo prepararnos
para la posible entrevista de empleo.
Cuando
conocemos en profundidad aquello a que nos dirigimos, tenemos más control de la
situación y podemos explicar mejor porqué nosotros somos el/la candidato/a
ideal. Es por ello, que la “investigación” acerca de la empresa es un paso absolutamente
imprescindible.
6.
Identificar las palabras clave que usa la empresa y el lenguaje
con el que comunica.
Cuando
estemos inmersos en la “investigación” de la empresa, aparte de fijarnos en los
elementos citados en el punto anterior, también debemos identificar qué tipo de
lenguaje y palabras utilizan para comunicar (ya sea en su web, en sus redes
sociales, en la oferta de empleo, etc.). Debemos quedarnos con las palabras que
utilizan y la forma que tienen de expresarse para poder adaptar nuestro
currículum y carta a esta forma de expresarse.
El
objetivo es que cuando la empresa lea nuestra candidatura vea que encaja
perfectamente con su realidad: a nivel de requisitos, funciones y competencias;
pero también a nivel de expresión, lenguaje y forma de entender el trabajo.
7. Extraer qué aspectos (competencias, habilidades, conocimientos)
significarán un valor añadido para
la empresa y la ocupación ofertada.
Hasta el
momento nos hemos fijado en los elementos que la empresa necesita para cubrir
el puesto de forma óptima (funciones, competencias, requisitos) y hemos
intentado adaptar nuestro CV y carta de presentación a ello. Ahora debemos
profundizar aún más e imaginar cuáles de nuestras competencias, saberes y
habilidades serán un beneficio para el desarrollo de la empresa.
En esta
ocasión buscamos aspectos que la empresa no pide en la oferta, pero que
nosotros tenemos y que podemos ofrecer, “vendiéndolos” como un valor añadido
nuestro. Elementos que no ofrecerán otros candidatos y que significarán un
punto de diferenciación para nosotros.
Para
descubrirlos, es imprescindible que antes, hayamos investigado la empresa, que
conozcamos a la perfección el puesto de trabajo que están ofreciendo, tengamos
bien estudiada la oferta de empleo y seamos muy conscientes de cuál es nuestro
capital competencial. Con estos elementos claros, podemos ver: qué aspectos de
nosotros como profesionales favorecerán el desarrollo de la empresa. Una vez
los tengamos claros, debemos plasmarlos en nuestro CV y en nuestra carta de
presentación, pudiendo expresar a la empresa que con nuestro “valor añadido”
tendrán unos beneficios que no podrían tener con otro candidato o candidata.
Llegados a este punto tendremos
identificados los 7 elementos importantes que nos ayudarán a entender la
oferta, conocer la empresa y adaptar nuestro currículum y nuestra carta de
presentación.
Como habéis podido comprobar es
un trabajo bastante laborioso que nos permite alcanzar unos resultados
realmente positivos: los documentos finales que utilizamos para presentarnos a
la oferta de empleo acaban siendo mucho más adaptados a la realidad de la
empresa en cuestión.
Aparte, las tareas de
investigación y el conocimiento extraído sobre la oferta, la empresa y el
puesto de trabajo ofertado; serán perfectamente útiles para la entrevista de
selección posterior. Ya que podremos hablar con propiedad y seguridad sobre la
empresa y exponer porqué somos el candidato o la candidata idóneo.
Os invito a empezar a trabajar
con ello, familiarizaros con con estos siete pasos y a compartir vuestras dudas
e inquietudes en el presente blog.
¡Adelante y mucha suerte!
ARi Vigueras
Psicóloga y Psicopedagoga. El Social Media, la formación de personas adultas y la orientación profesional son la base de mis proyectos.
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