La oferta de empleo es el
inicio de un camino, el inicio de una relación entre nosotros y la empresa. Una relación que como todas
ellas, tiene diferentes etapas. En el presente artículo vamos a profundizar en
una de las etapas de esta relación: el espacio de tiempo que pasa entre que
vemos la oferta de empleo y mandamos nuestro currículum.
Durante este lapso de tiempo las
personas reaccionan de forma muy distinta: hay algunas que experimentan una
fuerte ansiedad que les empuja a enviar su CV tan rápido como pueden, por miedo
a que la empresa solo se mire las candidaturas que han llegado primeras. Otras
personas meditan, investigan y mandan su respuesta de forma tranquila y
pausada. Estas son solo dos situaciones y actuaciones que se desencadenan.
Sea cuál sea vuestra reacción
habitual, hoy repasaremos cuáles son los principales aspectos a tener en
cuenta y acciones a desarrollar desde que encontramos una oferta de empleo
hasta que mandamos nuestra candidatura a la empresa:
1.
Identificar los datos de la
empresa y de la ocupación
ofertada.
Hay
algunas veces que la identificación de la empresa no es posible, pero en la
medida que podamos, saber el nombre nos ayudará
a desencadenar una “investigación” posterior que contribuirá a que tengamos más
información y podamos adaptar mejor nuestra presentación.
El título
de la ocupación, nos servirá para diferentes aspectos: en primer lugar, esta
palabra o palabras que definen el trabajo por el que postulamos como candidatos
deberán aparecer en alguna parte de nuestro CV i de nuestra carta de
presentación, de modo que la empresa nos identifique como alguien que
aparentemente encaja con lo que están buscando.
En segundo lugar, saber el “cargo” que ofrecen nos servirá para hacer una búsqueda sobre qué está pidiendo el mercado para esta ocupación concreta.
Tenemos
muchos recursos en los que buscar esta información pero principalmente os
recomiendo el Buscadorde Ocupaciones de Barcelona Activa y
las Píldoras Ocupacionales de Educastur. En cada
uno de estos recursos podemos encontrar una descripción de la ocupación, así
como las tareas, funciones y competencias más habituales. Esta información nos
servirá para poder adaptar al máximo nuestro CV a las demandas reales del
mercado.
2.
Tener claras las funciones
(principales y secundarias) a realizar.
En
cualquier oferta, vemos descritas las tareas
o funciones que deberá desarrollar la persona que ocupe el puesto. En algunas
ofertas está descrito de forma muy escueta, en cambio en otras tenemos
información muy detallada.
En
cualquier caso, cuando estudiamos una oferta de empleo en profundidad, debemos
intentar imaginar y anotar en un papel cada una de las cosas qué creemos que hará
el trabajador en ese puesto de trabajo. La descripción que vemos en la oferta
nos ayudará, pero también tenemos que hacer un esfuerzo de imaginación.
Todo ello
nos permitirá tener una idea más clara sobre qué busca la empresa y cómo nos
podemos adaptar a ello.
La información escrita en la
oferta, el resultado del ejercicio de “imaginación” que os propongo y la
información extraída de las webs que he mencionado en el punto anterior, serán
materiales que nos ayudarán a conocer mejor esa oferta de empleo, pudiendo adaptar
nuestro CV y carta de presentación a la realidad de la organización y de la
ocupación.
3.
Identificar qué competencias
van a ser necesarias para desarrollar el trabajo.
Este
punto puede ser más dificultoso de llevar a cabo, ya que muchas ofertas de
empleo no recogen este apartado, y las que lo hacen no aportan mucha
información al respecto.
El
objetivo es que una vez hecha la lista de funciones y tareas que tendrá que
desarrollar la persona que ocupe el cargo ofertado (explicada en el paso
anterior), pensemos en qué competencias le van a facilitar el desempeño de su
actividad.
Tenemos
que elaborar otra lista con aquellas habilidades, conocimientos y aptitudes que
posibilitarán una mejor ejecución de la ocupación.
Si os
sentís un poco desconcertados con el término competencia os propongo
que echéis un vistazo al diccionario de competencias transversales de Barcelona Activa. Os puede ayudar a identificar cuáles son
las competencias clave relacionadas con el éxito en un determinado lugar de
trabajo.
Una vez
os hayáis familiarizado con las diferentes competencias, podéis pensar en
cuáles de ellas ayudarán al desempeño de la profesión concreta que estáis
estudiando. Si la oferta de empleo que estamos analizando las explica,
tendremos una ventaja, pero aún así, es importante que lo reflexionemos por
nuestra cuenta.
Llegados a este punto tendremos dos
elementos importantes que nos ayudarán a adaptar nuestro CV:
- Conoceremos las funciones más relevantes de la ocupación ofertada, de modo que intentaremos que en nuestro CV se observe que las hemos desarrollado en el pasado o bien que somos capaces de llevarlas a cabo.
- Conocemos las competencias más relevantes solicitadas por la empresa o que pueden facilitar el desempeño de la ocupación. De modo que intentaremos que a lo largo de nuestro CV aparezcan destacadas como competencias que tenemos desarrolladas como profesionales.
En el próximo artículo
trataremos más aspectos y acciones a desarrollar en esta fase del proceso
de búsqueda de empleo, pero de momento, os invito a familiarizaros con estos
dos pasos y a compartir vuestras dudas e inquietudes.
ARi Vigueras
Psicóloga y Psicopedagoga. El Social
Media, la formación de personas
adultas y la orientación profesional
son la base de mis proyectos.
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