En el artículo que publiqué hace un par de semanas quise compartir un “modelo” que pienso puede servir de guía general, y puede ser muy útil adaptándolo y trabajándolo de forma individual. Si recordáis, consistía en 4 pasos ordenados para alcanzar el objetivo:
- Conócete. Mira en tu interior. Analízate para saber quién eres y qué sabes y puedes hacer.
- Prepárate. Refuerza tus aptitudes y actitudes. Tus habilidades. Adquiere nuevas si es necesario.
- Convéncete. Entrena todos los recursos aprendidos y adquiridos para tomar fuerza y decisión. Para reforzar la autoestima.
- Comunícate. Ofrece, vende tus recursos, tus habilidades. Todo tu potencial.
Hoy vamos a profundizar en el primer paso; el paso de conocerte, de mirar tu interior.
Primer paso: CONÓCETE
En nuestra rutina diaria, cuando “estábamos trabajando”, cuando teníamos empleo, pocas veces hemos
dedicado tiempo a preguntarnos quiénes somos. Pocas veces hemos prestado
atención a cómo nos hablamos a nosotros mismos, qué nos decimos y cómo lo
hacemos.
Solo conociéndote a ti mismo podrás llegar a conocer a
los demás, y dentro de “los demás” se
encuentran también los empleadores.
Invierte
un tiempo en conocerte. En reflexionar sobre ti. Cómo te
ves. Cómo te oyes. Qué piensas sobre ti. Lo importante aquí es no hacerte
trampa. Sé sincero contigo mismo. Se trata de hacer un diagnóstico interno, de
tu situación, que te vendrá muy bien para realizar un posterior diagnóstico
externo. Aquí podemos elaborar una lista más o menos extensa de qué hemos hecho
hasta ahora, por qué lo hemos hecho, en qué condiciones. ¿Era lo que quería
hacer? ¿Podía haberlo hecho de otra manera? ¿De cuál? ¿Es esto lo único que sé
hacer? Y todas las preguntas y observaciones que sean necesarias para
conocerte, para analizarte.
En este apartado es muy recomendable hacer un DAFO. Sí,
eso que utilizan las empresas para elaborar sus planes estratégicos. El
análisis DAFO es un método muy sencillo que te aportará mucha información y resultará
muy eficaz para poder decidir sobre tu futuro. Te ayudará a conocerte, trazar
tus objetivos para luego plantearte todas las acciones que debes poner en
marcha para aprovechar las oportunidades que se presenten, estar preparado para
combatir las amenazas, apoyándote en tus fortalezas y, siendo consciente,
minimizar tus debilidades.
Haz
tu DAFO personal, no es tan complicado. Se basa en dos
pilares básicos:
1.Analizarte personalmente (análisis interno).
2. Averiguar que está sucediendo en tu entorno
(análisis externo).
Prepara dos listas. Una para el análisis interno y otra
para el externo. En la lista del análisis interno haz dos columnas, una para
debilidades (eso que se te da peor, en lo que tienes alguna carencia o
necesitas mejorar, incluso aquello de lo que no tienes ni idea pero te gustaría
aprender) y otra para las fortalezas (eso que se te da bien o muy bien; quizá
sea lo que has hecho hasta ahora pero también puedes descubrir o ya eres
consciente de algo que se te da bien aunque no sea a lo que te hayas dedicado).
Pide opinión (¡no siempre somos conscientes de nuestras
debilidades…, ni de nuestras fortalezas!). Sondea y contrasta con tu entorno
más cercano. Con los que te “conocen”.
En la lista del análisis externo dibuja otras dos
columnas. Una para las amenazas y otra para las oportunidades.
Investiga y observa el mercado laboral, sus tendencias.
Qué empleos o sectores se consolidan, cuáles bajan, cuáles emergen. Sal a la
calle a observar, habla con la gente. Anota las empresas o empleadores que hay
en el entorno. Agrúpalas por sectores. Relaciona sectores complementarios…
El contenido de estas dos listas, tu DAFO, te ayudará a
identificar lo que necesitas mejorar. Te ayudará a ser consciente y reforzar lo
que haces bien, lo que “dominas”. Y a estar pendiente y atento a lo que ocurre
a tu alrededor para combatir las malas situaciones y aprovechar las
oportunidades.
“Cuando
dejas que las debilidades se apoderen de ti, es el azar el que hace que pasen
las cosas. Cuando potencias tus fortalezas haces que los acontecimientos
sucedan”
Es muy importante que este primer paso, al que hemos
llamado CONÓCETE, lo realices con rigor, sin trampas, y lo hagas por escrito.
Incluso te recomendaría que lo escribas a mano aunque luego lo pases a
ordenador. Y es muy importante porque de aquí dependerá el hacer una
acertada planificación para la acción.
Para construir el relato, tu historia personal, profesional y laboral.
Lee en voz alta el resultado de tu DAFO, de tu
diagnóstico personal. Grábate leyéndolo si tienes posibilidad. Y escúchalo
después, escúchate varias veces. (A lo mejor te llevas una sorpresa con lo que
oyes aun cuando lo hayas escrito tú mismo).
Josemaría Fernández Ureña
Orientador laboral
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